Las íes son nexos, lazos, brazos que conjuntan, que suman, que rompen nuestro aislamiento. Las íes habitan y construyen los propios sujetos del yo y el you.
«Girando alrededor de tres ejes -el yo, el otro, el nosotros- [?] estos poemas encuentran su unidad en la idea de archipiélago. En este caso, más que una simple metáfora, el archipiélago es una especie de coordenada primordial para Arancha García Píriz. Sus versos son ese territorio que, interpelando al yo y al otro conjuntamente, encara sin recelo y con la misma intensidad la aventura de la relación y del aislamiento. [...]
Esta es, pues, una poesía que entrelaza de manera equilibrada el poder de la desnudez y la delicadeza de los afectos. Es decir, si por un lado no busca equidistancia para presentar el sentimiento, el deseo y la frustración, por otro no lo enseña todo.»

Arancha García Píriz escribe desde pequeña en cuadernos pintarrajeados, pero hoy ya sabe que la escritura es su cuarto propio.Nació en Madrid a la hora del desayuno y tal vez por eso le fascina una buena taza de café. Estudió derecho, como su padre, para intentar descifrar el mundo, o tal vez para descifrarle a él. Se enamoró nada más aterrizar en Bruselas, se rompió en Pamplona, voló y se halló en Finlandia, toco tierra en Etiopía, encontró su equilibrio entre el aire y la tierra de Zaragoza. Es la que es por todas Las íes que se ha encontrado en su vuelo y que han dado lugar a su primer poemario.