Ladrillazo, el juego de la burbuja inmobiliaria

Ladrillazo es un juego histórico que te traslada a la burbuja inmobiliaria de la primera década del siglo XXI. Fueron días de vino y rosas, un centro de interpretación en cada pueblo, un aeropuerto en cada ciudad, hipotecas a 40 años, albañiles con sueldos de ministro, sueños olímpicos, AVEs y resorts con golf.

Tú serás el intermediario, el conseguidor, el que convence a un par de alcaldes y constructores locales para ganarse el favor del votante y sacar partido a unos terrenillos olvidados.

Poco a poco, especulando e hipotecando, llegarás a las más altas esferas políticas y empresariales, sacarás adelante proyectos faraónicos y tus beneficios serán cada vez mayores... hasta que se agote el dinero del país y gane la partida quien más haya conseguido esconder.
Componentes

Ladrillazo incluye 162 cartas diferentes con personajes, lugares y proyectos reales cuidadosamente documentados que retratan fielmente la España de la época para contagiarte la fiebre del ladrillo.

La caja contiene:
-26 cartas de terreno
-26 cartas de ciudadano
-25 cartas de político
-18 cartas de constructores
-40 cartas de proyectos
-19 cartas de mamandurrias
-8 cartas de paraíso
-120 fichas de cartón troquelado
-1 dispensador
-1 folleto de reglas

Las cartas estarán producidas en una imprenta especializada en juegos de mesa a máxima calidad. El dispensador es un diseño original que homenajea con su trencadís a una de las estrellas de la burbuja y que se monta antes de la primera partida.

Cómo jugar

El juego consiste en ir formando una trama de contactos que te permitirán construir proyectos cada vez más faraónicos. Los terrenos y ciudadanos son la materia prima para lograrlo, y con ellos podrás convencer a políticos y constructores cada vez más importantes para que se hagan amigos tuyos. A medida que crece tu red de contactos, podrás empezar a colocar proyectos en tu trama: centros de interpretación, autopistas, urbanizaciones, hoteles, aeropuertos... que son las cartas que dan dinero.

Una vez se gana dinero, hay que evadirlo a los paraísos para tenerlo a salvo de otros jugadores, o puedes patrocinar alguna mamandurria que te haga extender aún más tu trama.

Las fichas de dinero representan sobres. El dispensador es opaco e impide saber cuántos quedan. Cuando se acaben los sobres, se acabó la burbuja y, con ella, la partida.

El juego, recordando el espíritu de la época que retrata, es altamente competitivo y da máxima libertad para negociar, intercambiar, pactar, sobornar y extorsionar a los otros jugadores.

Hemos probado y mejorado el juego durante años para hacerlo sencillo de aprender pero difícil de dominar. Las reglas son pocas y sencillas. No hace falta ser un jugador pro de los juegos de mesa para aprender, pero si lo eres, ya prácticamente sabes jugar. Las combinaciones estratégicas son casi infinitas. Cada carta tiene sus propias características y muchas de ellas tienen poderes únicos que pueden marcar el rumbo de la partida si se saben usar en el momento apropiado.

Detrás de Ladrillazo hay un ingente trabajo de ilustración. Las ilustraciones del juego están realizadas por Rut Pedreño (terrenos y ciudadanos) y Joaquín Aldeguer (caricaturas, proyectos y mamandurrias).