Este cuento, escrito en castellano y aragonés ansotano, narra la historia del tratado en vigor más antiguo de toda Europa. Un tratado que sirvió para acabar con una guerra y declarar la paz entre dos pueblos de pastores del Pirineo. Un claro ejemplo de que la frontera apenas existía como tal a finales del S. XIV en el Pirineo.
Sucedió entre el valle de Baretous, en Bearne y el valle del Roncal, en Navarra. Y junto a esos dos valles, se encuentra el valle y pueblo de Ansó, en Aragón. A los ansotanos, les gusta estar siempre en el medio, como buenos alparceros, y ellos son los encargados de contar esta vieja historia