Decrecimiento vs. gren new deal
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¿Es el capitalismo industrial avanzado capaz de encontrar soluciones a la devastación medioambiental que causa?
Los innegables logros socioeconómicos del pasado medio siglo: alimentar y vestir a una población mundial que se ha duplicado desde 1970, reducir enormemente la desnutrición, mejorar los niveles de vida y aumentar la longevidad, se han obtenido al precio de ríos envenenados, océanos asfixiados en plásticos, la introducción de monocultivos, la destrucción de bosques, la acelerada extracción de recursos y ?para muchos, lo más alarmante? la aparente alteración de los patrones climáticos.
En este contexto, las estrategias medioambientales globales adquieren inevitablemente una dimensión política y económica. El pensamiento ecologista ha oscilado también históricamente entre diversos objetos de interés. A finales del siglo xix, el tema principal en Estados Unidos eran los parques naturales; en el Reino Unido, el saneamiento; en Alemania, la contaminación; en Japón, la protección de los bosques; los movimientos relacionados con el estilo de vida atraían a menudo más interés que la legislación. En el periodo de entreguerras, la escasez de agua promovió soluciones ecotecnológicas a gran escala. El control de la población se convirtió en un tema importante para los desarrollistas estadounidenses con conciencia medioambiental en la época de la Guerra Fría, y los movimientos antinucleares y el destino de los bosques tropicales en el tema de los Verdes en la década de 1980. En Environmentalism: A Global History, Ramachandra Guha detectó un "ecologismo de los pobres": protestas locales contra vertidos tóxicos o contra el extractivismo de las multinacionales, desde el delta del Níger hasta las colinas de Dakota. En contraste, Esto lo cambia todo, de Naomi Klein, resalta la función cosmética del apoyo corporativo a un neoliberalismo más verde, refutado por las cadenas de producción que la globalización ha extendido por todo el mundo y la industrialización de China. Desde Río a Kioto o Copenhague, el cambio climático y las emisiones de carbono ocultaron todo lo demás y las conversaciones intergubernamentales se convirtieron en el foro principal. Cuando las negociaciones fracasaron, durante la presidencia de Obama, el campo volvió a abrirse. ¿Qué estrategias de ecologismo igualitario podría proponer la izquierda internacional y cómo podrían fortalecerse los cimientos epistemológicos de dicho ecologismo?
Los innegables logros socioeconómicos del pasado medio siglo: alimentar y vestir a una población mundial que se ha duplicado desde 1970, reducir enormemente la desnutrición, mejorar los niveles de vida y aumentar la longevidad, se han obtenido al precio de ríos envenenados, océanos asfixiados en plásticos, la introducción de monocultivos, la destrucción de bosques, la acelerada extracción de recursos y ?para muchos, lo más alarmante? la aparente alteración de los patrones climáticos.
En este contexto, las estrategias medioambientales globales adquieren inevitablemente una dimensión política y económica. El pensamiento ecologista ha oscilado también históricamente entre diversos objetos de interés. A finales del siglo xix, el tema principal en Estados Unidos eran los parques naturales; en el Reino Unido, el saneamiento; en Alemania, la contaminación; en Japón, la protección de los bosques; los movimientos relacionados con el estilo de vida atraían a menudo más interés que la legislación. En el periodo de entreguerras, la escasez de agua promovió soluciones ecotecnológicas a gran escala. El control de la población se convirtió en un tema importante para los desarrollistas estadounidenses con conciencia medioambiental en la época de la Guerra Fría, y los movimientos antinucleares y el destino de los bosques tropicales en el tema de los Verdes en la década de 1980. En Environmentalism: A Global History, Ramachandra Guha detectó un "ecologismo de los pobres": protestas locales contra vertidos tóxicos o contra el extractivismo de las multinacionales, desde el delta del Níger hasta las colinas de Dakota. En contraste, Esto lo cambia todo, de Naomi Klein, resalta la función cosmética del apoyo corporativo a un neoliberalismo más verde, refutado por las cadenas de producción que la globalización ha extendido por todo el mundo y la industrialización de China. Desde Río a Kioto o Copenhague, el cambio climático y las emisiones de carbono ocultaron todo lo demás y las conversaciones intergubernamentales se convirtieron en el foro principal. Cuando las negociaciones fracasaron, durante la presidencia de Obama, el campo volvió a abrirse. ¿Qué estrategias de ecologismo igualitario podría proponer la izquierda internacional y cómo podrían fortalecerse los cimientos epistemológicos de dicho ecologismo?
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EAN :9788412047813
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ISBN :978-84-120478-1-3
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Año 1ª edición :2019
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