Elogio de la planta 2ªed

ara las personas, como animales que somos, las plantas tienen dos funciones: alimento (para nosotros y los animales domésticos), y decoración (parques, jardines, o los senderos de montaña, domicilios, oficinas). Como están fijadas al suelo, podemos incluso pensar que no son seres vivos. Pero sí son seres vivos, con su manera distinta de adaptarse a los ambientes en los que viven y de los que no pueden escapar huyendo, como hacemos los animales. El profesor Hallé, botánico de la Universidad de Montpellier, y experto en ecología de los bosques tropicales, nos ofrece una estupenda –amena y asequible para todos- comparación entre las plantas y los animales, reivindicando las plantas como seres muy diferentes de los animales. Nos explica cómo a lo largo de los varios cientos de millones de años que llevan sobre la Tierra han desarrollado unos recursos propios que les permiten completar su ciclo vital y alcanzar longevidades de miles de años. Un porcentaje muy alto de animales se alimentan de plantas, pero las plantas no aparecieron para ser comidas por los animales… ¿Cómo se defienden cuando un animal pretende comerla? Entre sus estrategias de vida, han sabido sacar partido a la movilidad a corto plazo de los animales para dispersarse por el planeta. Las células de las distintas partes de una misma planta pueden tener genes muy diferentes, incluso muy distinto número de cromosomas y mutaciones que matarían a un animal pero a la planta no sólo no le afectan, sino que es un mecanismo importante de generación de diversidad genética para adaptarse a circunstancias adversas de un entorno del que no pueden escapar. Y todo esto lo explica el autor con sus excelentes 99 dibujos para asegurarse de que los lectores hemos entendido. Después de leer “Elogio de la Planta” su próximo paseo por el jardín, el parque, o por el campo será mucho más agradable e interesante y admirará esos seres vivos excepcionales que hasta ahora eran “el fondo del paisaje”.