Nuria Cano: nació (1975) y estudió en el Barrio de las Fuentes (Zaragoza). Las fiestas las pasaba en Alcubierre, el pueblo: fuente de experiencias, bicis, descubrimientos, juegos, barro, historias de sus abuelos, piscinas, amigos, libertad... Como buena estudiante, le «tocó» licenciarse en algo productivo (Empresariales) que no le gustaba. Mientras, estudiaba ruso. Después de tres años como economista le gustó aún menos. Se fue un verano a Moscú y como entonces no tenía ningún interés en encontrar al hombre de su vida, apareció: un esperantista-matemático de Bilbao. Y para allá se fue. Y cambió de vida. Estudió antropología en Donosti, sacó una beca predoctoral y ganó cuatro maravillosos años para hacer una tesis. Antes de acabarla, ella y su pareja dicen: ¡Queremos ser padres! Y volvió a cambiar de vida… Nació Ulises, un gran guerrero que no le dejaba escribir ¡ni una línea! Terminó la tesis a ratos por las noches. Pero incluso con aquel cansancio extremo era tan feliz que quiso tener otro hijo. Suele decir que las neuronas le debieron de fallar en algún momento. En aquel caos, como un milagro de la naturaleza, en Alcubierre, llegó Simone. El resto está contado en este libro.