El miércoles 15 de junio, a las 19:30 horas, en La Pantera Rossa se presenta el libro "El desencantador", una novela de José Alberto Arias (Ediciones en Huida); "Una triple invitación a otorgar importancia a sentimientos que pasamos por alto en aras de una existencia superficial y monótona".

Decir que una historia es un collage no equivale a que sea bella. De hecho, a mí un collage se me antoja una descoordinación de elementos que se ven forzados a convivir unos con otros para dar como resultado algo muy incierto. Por eso, mientras leía El Desencantador, la última novela de Jose Alberto Arias, me vino a la cabeza el concepto de mosaico. Primero, porque creo que haber escrito esta trama requiere una paciencia y un esfuerzo admirables (también para el lector, que tiene al principio tiene que enfrentarse a las piezas desencajadas); y además, porque al terminar el libro, éste se nos presenta como una totalidad en equilibrio, digna de ser contemplada. Como una verdad.

El Desencantador comparte una cualidad con otras obras del autor: parte de una persona cualquiera, del imaginario común, de una realidad cotidiana; y de repente te abofetea para hacerte despertar. Y eso que trata de sueños. Los sueños son el eje de la novela, aunque lo nuevo aquí sea quizás que no son relatos intercalados, ni siquiera anécdotas, sino el grueso de la historia con su sentido final. Como la sombra que acompaña a Peter Pan y a veces se escapa y huye traviesa, se nos incita a prestar atención a nuestra otra vida, la que siempre está ahí pero de noche puede traicionarnos, la imprevisible, la que nos conoce tan bien que sabe dar respuesta a los demonios de la vigilia.

Damián es el joven protagonista de la historia de su vida, una vida que podría ser normal pero está llena de señales, al igual que sus sueños. También él podría ser una persona normal si no fuera porque decide interpretarlas. Como cualquier ser humano, muchas veces parece decidido a renunciar a la búsqueda; como cualquier adolescente, otras preferiría encerrarse en su casa y disfrutar del cine (cuyas referencias aderezan la novela, con una película acertadamente escogida como título de cada capítulo.) Pero Damián sale a las calles de su ciudad, Barcelona, con una tarea muy clara encomendada por el Desencantador, un personaje mágico que presenta una dualidad imprescindible en la literatura juvenil actual y que arranca las antiguas etiquetas estancas de bondad y maldad. La misión no será fácil: Damián ha de recuperar la magia que el mundo ha perdido. ¿Que ha perdido, o que ha dejado desaparecer?

Y es que El Desencantador es una triple invitación a otorgar importancia a sentimientos que pasamos por alto en aras de una existencia superficial y monótona. Por un lado, a preservar los recuerdos y a volver a ellos sin miedo, para seleccionar aquello que nos pueda enriquecer. En segundo lugar, a valorar en todo momento a los seres que nos rodean, concienciándonos de lo frágiles que son todos los vínculos humanos; así como a fijarnos en los pequeños detalles, en la belleza camuflada. Y englobando todo esto, invita a dejar que la ficción nos salve como si de una religión se tratase, a sumergirnos en ella no como alternativa, sino como complemento absolutamente necesario a eso que llaman ‘la vida real’.

Al leer este mosaico de Jose Alberto Arias he llegado a una conclusión bastante simple: abrir un libro es conocerse, es cuidarse, es soñar. Cerrarlo es despertar; y nunca está de más que alguien nos lo recuerde.

[Reseña del libro por Mérope Almaraz]
http://lacuevadelerizo.com/resena-el-desencantador-jose-alberto-arias/