La esperanza del mundo
12 €
[...] Martí, para escribir La Edad de Oro, ha dejado de ser río y
se ha hecho lago, terso, transparente, limpio. Lo diré en una frase:
se ha hecho niño... un niño que sabe lo que saben los sabios, pero
que habla como los niños. [...]
Y no parece que escribe para los muchachos, como si temiera que
los muchachos no supiesen leer aún. Parece que se los sube a las
rodillas y que allí les habla. Los instruye, los educa, y para que no
se vayan, para que estén contentos les da los mil juguetes primorosos
que él sabe hacer con su palabra. Se olvida de que ha vivido;
deja que el arrapiezo se le monte en el cuello y retoza en la alfombra.
Afuera será el luchador, el combatiente: aquí es el padre.
Manuel Gutiérrez Nájera
Su respeto por la infancia no le impidió a José Martí presentar
temas sociales, desigualdades e injusticias, porque entendía que
la literatura podía preparar al niño para su entrada a un mundo
de los adultos, cuyos vicios no podrían desconocer los más pequeños
y cuyas contradicciones presenciaban como testigos sin
voz ni voto. Tomando partido, escribió La Edad de Oro, ya que
para él solo la infancia era la edad áurea y con la voz de los niños
también podía llevar a su presente y al futuro el ideario por el que
consagró su vida: el deber de luchar por la justicia y la equidad
entre los hombres.
La selección de textos que ahora presentamos tiene como fuente
principal la revista que Martí concibió para los niños, pero
además se nutre de otros libros suyos de gran limpidez y contemporaneidad,
como sus poemarios Ismaelillo y Versos Libres.
"Ismaelillos" de hoy descubrirán en el tono cercano de los textos
para niños de José Martí al amigo y no al
profesor, al hermano y no al padre amonestador,
al niño que les habla en su propio
lenguaje, desde los relumbres de una
fantasía que traza parábolas de tiempo y
futuro.
Luis Rafael
se ha hecho lago, terso, transparente, limpio. Lo diré en una frase:
se ha hecho niño... un niño que sabe lo que saben los sabios, pero
que habla como los niños. [...]
Y no parece que escribe para los muchachos, como si temiera que
los muchachos no supiesen leer aún. Parece que se los sube a las
rodillas y que allí les habla. Los instruye, los educa, y para que no
se vayan, para que estén contentos les da los mil juguetes primorosos
que él sabe hacer con su palabra. Se olvida de que ha vivido;
deja que el arrapiezo se le monte en el cuello y retoza en la alfombra.
Afuera será el luchador, el combatiente: aquí es el padre.
Manuel Gutiérrez Nájera
Su respeto por la infancia no le impidió a José Martí presentar
temas sociales, desigualdades e injusticias, porque entendía que
la literatura podía preparar al niño para su entrada a un mundo
de los adultos, cuyos vicios no podrían desconocer los más pequeños
y cuyas contradicciones presenciaban como testigos sin
voz ni voto. Tomando partido, escribió La Edad de Oro, ya que
para él solo la infancia era la edad áurea y con la voz de los niños
también podía llevar a su presente y al futuro el ideario por el que
consagró su vida: el deber de luchar por la justicia y la equidad
entre los hombres.
La selección de textos que ahora presentamos tiene como fuente
principal la revista que Martí concibió para los niños, pero
además se nutre de otros libros suyos de gran limpidez y contemporaneidad,
como sus poemarios Ismaelillo y Versos Libres.
"Ismaelillos" de hoy descubrirán en el tono cercano de los textos
para niños de José Martí al amigo y no al
profesor, al hermano y no al padre amonestador,
al niño que les habla en su propio
lenguaje, desde los relumbres de una
fantasía que traza parábolas de tiempo y
futuro.
Luis Rafael
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Número de páginas :120
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EAN :9788479628680
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ISBN :978-84-7962-868-0
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Año 1ª edición :2013
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Editorial :
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