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El sabor de mi verano...

El sabor de mi verano es de helado de limón y olor a menta. Huele a humedad y montaña, a verde fresco después de una tormenta y orégano silvestre y tomillo. A baños de agua helada que me despiertan toda. A ratos también a salitre y a mar. A pescadito y olas.
 
Qué disfrutón es el verano…sin relojes, huyendo del sofoco a rincones queridos y descubriendo como niña lugares a estrenar. Despierto temprano y esperan esos montes impertérritos y el verde reluciente de la mano del azul celeste. Es una gozada poder disfrutar del valle de Tena desde que soy pequeña…y ver estrellas y lunas asomar por los picos cada época estival. Enseñárselo a mis hijxs. Un disfrute privilegiado que guardo atesorado muy dentro y en mis retinas hacia fuera. Y aquí estoy, de nuevo escuchando el agua correr y despertando entre sábanas blancas cerquita de mis hijxs. ¿Qué más se puede pedir? Pues sí, se puede pedir más…desde luego que sí. Pero no para mí, que vivo un mes de julio en calma y rodeada de inmensidad pirenaica. 
 
Tenemos en casa una fiereza leona que nos anida muy dentro y que no deja pasar una injusticia sin pelearla. Es así como me ha enseñado mi familia y también la vida a vivir. Esa fiera que ruge por dentro me despierta de golpe a la mañana y me traslada a Gaza. Cerca de aquellos que lejos de vivir un verano de ensueño están viviendo la peor de sus pesadillas… esas criaturas que no se merecen la nada más cruel y chillar al mundo “¡por qué a mí!” sin obtener respuesta. 
 
“Miles de desplazados han llegado hoy a mi ciudad”, eso me contaban ayer desde allá…” Después de una dura noche de bombardeos de artillería seguimos a salvo” me contaban también anteayer… "Esta noche en los bombardeos de mi ciudad han muerto 9 personas, entre ellas una prima de 22 años, su marido de 25 años y su hijo de 2 años” y así todos los días. Y a veces no sé ni qué decirles. Como palabras dardo lanzadas al aire para que corazones amigos sigan acordándose de que al otro lado del Mediterráneo sigue la angustia y la muerte campando a sus anchas por las celdas, las calles y los campos de Palestina… y de tantos otros lugares…que por lejanos y vergonzantes... duermen en el silencio que los esconde y niega, que los tapa para poder seguir viviendo en una paz manchada.
 
Pero además llega ayer y en otro orden de cosas… que yo acabo por meter en un mismo saco, aunque más a un lado… veo un coche de la guardia civil parado frente al ayuntamiento del pueblo. ¿¿Y qué habrá pasado?? “Ah! nada! que ha venido el Azcón al pueblo”, me dice una señora relajada y sonriente. Y esa leona que llevo dentro me sale…se me eriza la piel… ¡Menos toboganes y más maestras! Y es que cuentan las malas lenguas que vino a confirmar el dinero que se va a dar a este pueblo para un tobogán alpino largo y atractivo, que no merece mi aplauso si no abucheo. ¡Menos toboganes y más maestras! Este precurso escolar la escuela pública está de luto… va cayendo aquí y allá profesorado a espuertas en Huesca, en Teruel, en Zaragoza. Mucho en la escuela rural.
 
Están dotando a los centros de muchos menos docentes que el curso pasado. El gobierno de Aragón está aplicando unos recortes sangrantes que reboza de ajustes. Y me preguntó yo… qué ajuste es quitar vías en coles de barrio o una, dos, tres, cuatro profesoras por colegio o instituto con más cantidad de alumnado, o con alumnado con necesidades de apoyo educativo o con alumnado nuevo que llega al centro con trastorno del espectro autista? ¿Se merecen esxs niñxs menos atención? ¿Les va a mandar el señor Azcón a bajar el tobogán para paliar la necesidad básica de una educación pública de calidad que la infancia en esta tierra tiene? 
 
Seguro que ayer el señor alcalde de Panticosa no le paseó por la callecita de las escuelas que baja directa a las pistas, allí donde aterrizará el tobogán. Seguro que no leyó los carteles que niñas y niños, maestras y familias escribieron y colorearon de su puño y letra con la esperanza de hacerse oír en algún despacho sesudo e importante. Seguro que se fue como vino, satisfecho y orondo, con su saliva en la comisura de los labios y esa sonrisa que delata una política del Parecer, en lugar del Ser. Porque la Apariencia en la política hecha con minúsculas es mucho más importante que la Esencia. 
 
Ayer desasosegadas algunas mujeres, mi madre, su amiga, trataban de expulsar del cuerpo y el alma las malas vibraciones que les traen la intolerancia y la ignorancia. Donde un café a media mañana se puede convertir en una batalla al estilo de las peleas de gallos en el rap más hábil. Donde la rapera más ágil, de mente despierta y corazón noble le da cien vueltas a aquellas que defienden las derechas porque dejan la ciudad bonita, ponen tulipanes en el parque grande o dan millones sin control para un estadio nuevo de fútbol que va a conseguir ser sede del mundial con calzador. Por supuesto, a costa, entre otras cosas,  de campos de atletismo sin construir o velódromos a los que les salen hierbas gigantes con flores por las grietas. Como al único velódromo que hay en la ciudad de Zaragoza en el barrio de Torrero. Donde mi hijo y sus compañerxs de bici sortean baches y grietas para no caerse y agachan la cabeza para pasar la cinta de peligro que los monitores ponen miércoles tras miércoles, para recordar que la barandilla está rota por todos lados y no se puede nadie apoyar. 
 
Porque como decían ayer esas mujeres leonas en el café matutino… ¿Qué política se está haciendo en la ciudad de Zaragoza? Pues sí…una política del Parecer en lugar del Ser. Desde arriba para los siempre. Donde plantan flores que mueren asfixiadas de calor en unos días, celebran óperas nocturnas en la plaza del Pilar… en pleno julio en una olla que emerge chicharrina del suelo quemado de todo el día, y a la vez, cierran servicios de barrio para los jóvenes con un descaro y una desfachatez desproporcionada. Porque entérese señora Natalia Chueca que la ciudad no se hace sembrando flores en las calles y parques del centro de Zaragoza. Si no poniéndose gafas que le dejen ver de una vez que no puede cerrar espacios de ocio y tiempo libre como el Túnel de Oliver, barrio obrero de gente luchadora que merece tener las mismas flores y los mismos servicios básicos y lugares culturales y de ocio que Romareda y que la pza del Pilar. Y que en los barrios de Zaragoza el Ayto. está cerrando espacios como la Harinera donde la red social tiene vida creativa y cuidada. 
 
¿Qué le dejó escrito Azcón?… Las directrices son claras. Ahora en este segundo mandato te toca arremangarte Natalia. Yo ya cerré el Centro Social Luís Buñuel. Ahora a por los espacios jóvenes, las Casas de Juventud, a por los PIEEs… menos presupuesto, menos horas de trabajo, menos sueldo, más carga administrativa para tenerlxs más controladxs. Que contraten a jóvenes! que aguantan más… Meteles caña, que son foco de revuelta, que allí se piensa demasiado, que las asambleas feministas nacen y anidan ahí…destroza todo eso…”Muy bien Natalia…precariza el servicio a los jóvenes de la ciudad y siempre con una sonrisa y tus mejores galas”. “Cómprate un vestido fucsia bien molón y vete este jueves 25 con los labios bien pintados al último pleno del Ayto. antes de tus vacaciones”. Que la política de la Apariencia y no de la Esencia es lo que tiene. Ahogo a las más humildes y contento a la clase media alta… y todo con sonrisa. Pan y circo…como los grandes emperadores romanos. ¡Y qué bonita está Zaragoza, oye!
 
Pues eso… que el sabor del verano trae aromas lindos, de esos que se guardan siempre. Pero que no nos dejen sin hacer ruido… porque el mundo no está para silencio. ¡No lo está!
 
Cruz M.V.
Julio de 2024, Valle de Tena (Pirineos aragoneses)
 

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